Ni un gatillazo más
No sólo bíceps, tríceps o abdominales. Tu sexo también se puede
fortalecer. Dale las gracias al Dr. Arnold Kegel, creador de una serie de
ejercicios que llevan su nombre y que nacieron como método para controlar la
incontinencia urinaria. Fueron todo un éxito. Sobre todo después de descubrirse
los efectos secundarios: el dominio de los ejercicios permitía un mejor control
de la eyaculación, prolongando, retrasando y aumentando los orgasmos
considerablemente.
¿CÓMO
FUNCIONAN LOS EJERCICIOS KEGEL?
"Lo que se consigue con los ejercicios Kegel es, ni más ni
menos, que fortalecer los músculos del piso pélvico", aclara Sergio Pérez,
sexólogo en la clínica Sexólogos Valencia. Se trabaja de este modo el
pubocoxígeo (o músculo PC), situado en el perineo, que tiene como finalidad la
consumación del orgasmo. "Si se entrena correcta y habitualmente se pueden
solucionar problemas como la eyaculación precoz", afirma el sexólogo.
BUSCANDO
EL MÚSCULO PUBOCOXÍGEO
"Algunas personas tienen dificultad para identificar y
aislar los músculos del piso pélvico", asegura Pérez. "La mayoría
contraen los músculos del abdomen o la cadera y no trabajan los músculos
correctos". Para que tú no pertenezcas a este grupo, ahí te va la técnica
más utilizada: siéntate en la taza del W.C, comienza a orinar y trata de parar
el flujo en la mitad de la operación contrayendo los músculos del piso pélvico.
"Esta acción se repite varias veces hasta que la persona reconoce la
sensación de contraer el grupo correcto de músculos", asegura Pérez.
"No se deben contraer los músculos del abdomen, caderas o nalgas mientras
se realiza el ejercicio".
¿DÓNDE,
CUÁNDO, CÓMO LO HAGO?
"Estos ejercicios pueden realizarse en cualquier momento y
lugar", comenta Pérez. "La mayoría de las personas prefieren hacerlos
acostados o sentados en una silla". Vale. Ya hemos localizado y hecho los
ejercicios. Ahora la cuestión es notar alguna diferencia. "La mayoría de
las personas observa una mejoría después de cuatro o seis semanas", aclara
Pérez, "pero pueden pasar hasta tres meses hasta notar un cambio considerable".
Por cierto, no te emociones. Hay que respetar el ritmo de los ejercicios.
"Algunas personas creen que pueden acelerar el proceso aumentando el
número de repeticiones y la frecuencia del ejercicio. Sin embargo, hacer
ejercicio en exceso puede más bien causar fatiga muscular".
Por cierto, apúntate otro detalle: sentir molestias en el
abdomen o en la espalda mientras realizas los ejercicios es síntoma de que no
lo estás haciendo bien. "A veces se tiende a contener la respiración o
apretar el tórax mientras se intenta contraer los músculos del piso
pélvico", dice el sexólogo, "pero lo que hay que hacer es relajarse y
concentrarse en contraer sólo el músculo PC".
HACIENDO
MÚSCULO
Calentamiento: Contrae y relaja la región
perineal como si estuvieras orinando y quisieras cortar el proceso. Hazlo unas
30 veces a ritmo regular y descansa 30 segundos. Después del descanso, haz
otras dos series.
Entrenamiento escalonado: Comienza a contraer, mantén, luego
contrae más, mantén, contrae un poco más, mantén, luego contrae todo lo que
puedas y mantenlo así durante 20 segundos. Luego libera un poco, mantén, otro
poco y mantén, un poco más y mantén. Finalmente relaja el músculo por completo.
Completa 5 series sin descansar.
Temblor del músculo pubocoxígeo (o músculo PC):Comienza a contraer el
músculo muy despacio. Tan lento que te debería llevar unos cinco minutos. En
algún momento sentirás que no puedes contraer más pero sigue contrayendo hasta
que el músculo comience a temblar. Mantén el músculo muy firme.
Respira despacio y profundamente durante 30 segundos. Al final de esos 30
segundos, contrae un poco más el músculo, tratando de generar mayor flujo
sanguíneo. Cuando ya no puedas más, libéralo y haz una serie de 20.